Docentes y estudiantes de la Facultad de Veterinaria se
agruparon para demandar la discusión
de un ajuste salarial con el Ministerio de
Educación. (Foto: Eduardo Méndez)
Abandonaron
los salones de clases, laboratorios y anfiteatros. Bajo la incomodidad de los
fuertes rayos solares y los conductores que pretendían apurar el cambio de luz
del semáforo con largos cornetazos, los estudiantes de la Facultad de
Veterinaria de la Universidad del Zulia (LUZ) participaron en su clase magistral
de Anatomía Comparada en plena vía pública.
Desde
la acera de la esquina de Delicias con 5 de Julio, el docente Vicente Vila
dirigió a sus alumnos por la materia con esqueletos artificiales de animales
como demostración. Acompañados de otro grupo de profesores, vestidos con toga y
birrete, mostraban al cruzar la avenida pancartas en exigencia de un salario
justo para todo el gremio docente y administrativo de las universidades
autónomas y experimentales.
En
la obligación de tomar las calles se sienten los educadores, que acumulan nueve
años sin un reajuste salarial adecuado y con un Ejecutivo nacional negado a
discutir la contratación colectiva vencida que los agrupa. Mientras a los
militares se les anuncia un aumento lineal del 40 por ciento con la creación de
tres fondos para la contingencia médica, vivienda y recreación, a los docentes
se les cierran las puertas para continuar en la formación de los profesionales
del mañana.
Para
Karelis Fernández, presidenta de la Asociación de Profesores de LUZ (Apuz), la
última decisión de Nicolás Maduro, presidente de la República, es una
demostración de que “el discurso en donde se reitera que la educación es una
prioridad para este Gobierno es una mentira. Nuestro aumento salarial es de
igual urgencia y sigue sin respuesta”.
No
aseveran que los portadores de fusiles no ameriten un reajuste salarial, pero
alegan que los universitarios encargados de formar profesionales de calidad para
garantizar el desarrollo del país se lo merecen con el mismo peso.
“Nos
exigen estudios de quinto nivel para optar a un mejor sueldo, pero aunque
cumplimos no somos remunerados como lo merecemos. A nosotros nos hacen un cerco
económico y de invisibilidad ante la sociedad”, apuntó Sojan Uzcátegui, docente
universitaria, al recordar que con sus manos y las de sus compañeros se podrá
empujar un país de progreso.
Presupuesto
necesario
Así
como los conductores de las avenidas Delicias y 5 de Julio voltearon a mirar a
quienes adquirían conocimientos de Veterinaria desde la calle en manifestación
pacífica, los docentes universitarios aspiran a que el Ejecutivo nacional dirija
su atención a la modificación presupuestaria de las instituciones antes del
colapso.
José
Manuel Rodríguez, decano de la Facultad de Veterinaria, recordó que se necesita
de la aprobación de recursos para mantener el funcionamiento de la universidad,
entre ello, la sustitución de la flota de transporte. La dependencia posee
unidades que datan de más de 20 años, la más nueva recibida ocho años atrás,
pese a su constante requerimiento para las prácticas de campo.
El
déficit de entre 600 y mil docentes es otro arista de la problemática. Desde
2008, apuntó, no se reponen cargos de personal, con lo que disminuye la
capacidad de recibir más estudiantes.
La
clase magistral de Veterinaria fue la primera en protesta. La próxima semana
será dirigida por Derecho. Mientras tanto, los docentes de las diferentes
facultades laboran el 50 por ciento de su jornada. Algunos dictan clases solo en
el transcurso de la mañana, otros redujeron a la mitad su horario por materia en
cumplimiento con los lineamientos de Apuz. Para el próximo 23 de mayo se
mantiene en programación la paralización definitiva.
“Un
docente con más de 20 años de servicio y doctorado apenas alcanza los siete mil
bolívares de sueldo. Con el mismo presupuesto de hace cinco años tenemos que
inventarnos una nueva universidad”
Wilfrido
Briñez. Director de Escuela de Veterinaria
“Si
bien es cierto que los militares forman parte de la seguridad del país, los
profesores forman parte del futuro de la patria. El llamado es al diálogo.
Nosotros merecemos educadores y una universidad digna”
Fran
Vásquez. Estudiante de Veterinaria
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